La música
digital en el IES Adajaa03/04
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Proyecto "Arte
y Técnica, valga la redundancia..."
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Una presencia
en la "web" de los estudiantes de Bachillerato. Prof. Alfonso Tindón
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Ludwig van Beethoven 1770-1827 |
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El que más tarde sería
uno de los más grandes maestros de la música, Ludwig van Beethoven,
nace en diciembre de 1770 en el número 515 de la Bonngasse de Bonn, siendo
bautizado el día 17. Segundo de los hijos (primero vivo, pues el primogénito
también llamado Ludwig sólo vivió 6 días y ha dado -por
la identidad del nombre- no pocos quebraderos de cabeza a lo biógrafos y al
propio compositor) del tenor de Corte y maestro de música Johann van Beethoven
(h. 1740-1792) y María Magdalena Leym (1746-1787). El matrimonio tuvo varios
hijos más, pero sólo sobrevivieron Caspar Anton (n. 1774) y Nikolaus
Johann (n. 1776).
Ludwig demostró gran capacidad para la música desde muy joven, virtud
que su padre aprovechó en un intento de crear un nuevo Mozart. Así
comenzó a impartirle lecciones de violín y piano, que si bien hicieron
que prosperara musicalmente, también contribuyeron a que comprendiera la escasa
capacidad pedagógica de su progenitor, que lo dotó de una base tan
sólida como caótica, con no pocos sentimientos de frustración
por añadidura.
A la edad de 10 años, el pequeño Ludwig comienza a estudiar con Christian
Gottlob Neefe, organista de la Corte de Bonn, que le enseña, además
del arte del teclado, composición. Sin embargo, no doma su carácter
ante el instrumento, que era calificado por muchos como enérgico y, en ocasiones,
robusto, aunque siempre con gran profundidad sentimental, rasgo que no abandonaría
en su vida. De esta época llegan hasta nosotros algunas composiciones del
joven talento, como las Variaciones sobre una marcha de Dressler, catalogadas como
WoO 63 y compuestas en 1782; las tres Sonatas para Piano WoO 47 compuestas entre
1782 y 1783, que dedicó al elector Max Friedrich; un Concierto para Piano
en Mi bemol mayor compuesto en 1784 y tres Cuartetos para Piano y Cuerdas WoO 37
de 1785. Todas ellas son obras de carácter juvenil, modeladas en torno a Mozart
y Neefe, que no vislumbran genio alguno.
En 1784 Beethoven fue enviado a Viena a estudiar, momento en el que se sitúa
el encuentro con Mozart, del cual los biógrafos no parecen saber con exactitud
si le dió lecciones o no. Lo que sí parece comprobado es que el salzburgués
lo oyó al piano. No obstante, su viaje fué un fracaso. La aventura
no le duraría al joven Ludwig más de dos semanas, no solo porque su
madre se encontraba a las puertas de la muerte y el músico quiso volver para
acompañarla en sus últimos momentos, sino también por la escasa
aceptación que un pueblerino tosco e indolente tuvo en la capital de la música.
Poco después se producía el óbito materno (julio de 1784), y
unos meses más tarde el de su hermana.
Con todo, parece que la fuerza interior del compositor lejos de mermar creció
aún más. El músico se encontró con una familia desmembrada
de la cual debía hacerse cargo dada la cada vez mayor afición del padre
al alcohol. Consecuentemente en 1789 Beethoven toma la iniciativa de hacerse con
el mando familiar. Su petición de que se le pagase a él la mitad del
sueldo de su padre fue aceptada por decreto el 20 de noviembre de ese mismo año
pero no se consumó. Johann van Beethoven ante la verguenza que una situación
similar le ocasionaría prometió a su hijo que él mismo le daría
25 rheinthaler todos los trimestres.
En todo caso, la música de Beethoven queda intacta de esta inseguridad familiar.
Sus primeros pasos en composición siguen los modelos de Haydn y Mozart, casi
sin introducir cambio alguno. Antes de lanzarse a crear en el sentido amplio del
término, Beethoven quería conocer y dominar la técnica de sus
predecesores, sobre todo el uso de la variación para piano de carácter
virtuosístico, omitiendo en esta época la incursión en la forma
sonata.
A finales de 1792 vuelve a Viena. Allí es presentado al Conde Waldstein, que
le abre las puertas de la casa de la viuda von Breuning, convirtiéndose en
una segunda madre para el compositor. Asimismo Waldstein le sugiere al compositor
estudiar con Haydn, profetizando: El espíritu de Mozart está libre
desde la muerte de su pupilo. Momentáneamente ha encontrado refugio en Haydn.
Con duro trabajo tú recibirás tal espíritu de las manos de Haydn.
Ludwig, siguiendo los consejos de su nuevo mentor, trabaja con Haydn aunque no desposita
toda su confianza en estas clases y decide recibir lecciones a escondidas de Johann
Schenk, Johann Georg Albrechtsberger y Antonio Salieri. Tres años después
presenta sus tres Tríos Op.1 en los salones del príncipe Lichnowsky,
con el que en 1796 inicia un viaje a Praga y Dresde. A la vuelta pasan por Berlín,
presentando allí Sonatas para Cello Op.5 ante el rey Friedrich Wilhelm II
de Prusia. Parece confirmado que por estas fechas, el compositor comienza a notar
los primeros síntomas de la sordera, producida -según se sabe hoy-
por una otosclerosis.
En estos primeros años en Viena, Beethoven trabaja en la realización
de movimientos lentos (Escúchense los Tríos op.1), en los rudimentos
del scherzo, que tanta importancia tendría en las sinfonías, y en la
ampliación de las posibilidades pianísticas. Nos encontramos en la
época de las primeras obras importantes, como el Concierto para Piano n.2,
las Sonatas para Violín y Piano Op.12, los Cuartetos Op.18 y sobre todo, la
Sonata para Piano Patética. Asistimos -a través de estas obras- a los
primeros elementos de la expansión de las formas clásicas que tendrá
su culminación con las obras de madurez. Beethoven va a dotar de un nuevo
sentido al concepto de desarrollo temático, hasta esa fecha limitado a una
especie de intermezzo entre la exposición y la conclusión.
Por primera vez en 1800, Beethoven logra organizar un concierto para su propio beneficio.
Este tiene lugar en el Burgtheater el 2 de abril, presentando su Primera Sinfonía
y el Septeto Op. 20. Los primeros años del nuevo siglo son testigos del romance
del compositor con la condesa Giuletta Guiciardi y del famoso Testamento de Heiligenstadt
(1802), en el que un compositor agobiado por la cada vez más profunda sordera
trata de reconciliarse primero con sus hermanos y después con toda la humanidad.
Esta fase parece ser de expurgación de penas y conflictos, abriendo una nueva
en la que la música del compositor alcanzará una gran aceptación
en toda Europa, ampliando el pequeño círculo de la aristocracia vienesa.
Estamos en la etapa denominada heroica, caracterizada por la gran producción
para la orquesta, comenzando con la Sinfonía n.3. Esta sinfonía Heroica
supone ya una gran innovación en la técnica de la forma clásica,
los cuatro movimientos quedan sujetos a la forma sonata, pero no separadamente como
en tiempos de Haydn y Mozart, sino como un todo en el que hay una recurrencia temática
y una mutua dependencia formal entre todos los movimientos. Ayudando a ello el hilo
argumental que sostiene toda la obra y que será en adelante uno de los elementos
fundamentales de las Sinfonías de Beethoven. Obsérvese también
en esta sinfonía la utilización sin prejuicios de los instrumentos
de viento.
Así su fama llega a Kassel, donde se le ofrece un puesto de Kapellmeister.
El compositor lo rechaza debido a las garantías que recibe en Viena en lo
tocante a una pensión anual mientras no abandone la ciudad. Llegan entonces
las Sinfonías 4,5 -en la que el maestro nos ofrece su visión ante el
Destino- y Pastoral, n.6, de la que el compositor decía que era más
una exposición de sentimientos que una descripción naturalista; al
tiempo que se sitúan en este mismo año de 1812 dos hechos de la biografía
del compositor que han dado lugar a no pocos volúmenes. Se trata de la famosa
Carta a la Amada Inmortal -posiblemente a Antonie Brentano- y del encuentro en Teplitz
con J.W. Goethe. Dos años después su sordera era evidente para todos
los amigos del compositor. De ahí que se le denomine a esta época los
años silenciosos. Mientras, la música de Beethoven comienza a abandonar
los senderos del clasicismo para adentrarse en los albores románticos.
La muerte de su hermano Caspar Karl en 1815 inicia uno de los episodios más
sombríos en la vida del músico: la lucha por la custodia de su sobrino
Karl (9 años). En primera instancia se concede la tutela compartida a su madre
y al compositor. Este recurre argumentando la mala reputación de la madre.
Un año después se le reconoce único guardian de su sobrino.
En 1818, Johanna (madre de Karl) exige que se suspenda la anterior orden, y así
sucede, volviendo el niño (12 años) con su madre. En 1820, un nuevo
recurso de Beethoven ante la más alta magistratura, pone fin al conflicto,
obteniendo la definitiva custodia del muchacho (14 años). Como contrapartida
a este éxito, los años de 1815-20 no son los más productivos
de la carrera del compositor. Ni siquiera Bethoven recibe la compensación
de una verdadera vida familiar, pues la relación con su sobrino no fue fácil,
fundamentada en la mutua desconfianza y que concluye con el intento de suicidio de
Karl el 29 de julio de 1826.
Un año después, siendo casi las 6 menos cuarto de la tarde del 26 de
marzo de 1827, fallece Beethoven. Sus restos fueron acompañados por más
de 10.000 personas, siendo uno de los portadores del féretro el compositor
y amigo Johann Nepomuk Hummel. Su cuerpo descansa hoy en el Zentralfriedhof de Viena,
frente a la tumba de Franz Schubert. Tiempo después, Franz Liszt realizó
una gira de conciertos con la única finalidad de sufragar los gastos para
levantar un monumento a Beethoven en Bonn. S. Prokofiev le dedicó su Sinfonía
n.6 Op.111.
Con Beethoven el arte musical puede señalar un antes y un después,
al cerrar un ciclo, el clasicismo, y abrir otro, el romanticismo. |
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Beethoven, Ludwig van (1770-1827) |
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Sonata núm.14 en Do menor sostenido, Op.
27/2 (Mondscheinsonate) y Sonata núm. 23 en Mi menor, Op. 57 (Appassionata) |
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Ultima versión: Sab. Enero 14 14:23 2001
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Sonata núm.14 en Do menor sostenido, Op.
27/2 |
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Sonata núm. 23 en Mi menor, Op. 57 (Appassionata) |
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