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PROA 2009
[Dibujo 01]
Como cada año cuando empieza
el curso escolar, se plantea un nuevo reto para todos: padres, profesores y alumnos.
En paralelo con el nuevo curso, la propuesta de iniciativas; unas conocidas ya, y
otras que no lo son tanto. Entre los alumnos, comentarios: -¿irás tú?...
-Yo estuve el curso pasado... -Si tú vas, yo también.
Comentarios poco serios, quizá, para objetivos tan claros y contundentes.
Un error: no pensar en la finalidad de estas ayudas.
Un acierto: perseverar día a día en la idea de que todos sepan cuál
es dicho objetivo.
Un comienzo: para todos los que no conocen el programa, inicialmente y haciendo riguroso
honor a sus siglas la definición es: Programa de refuerzo, orientación
y apoyo al estudio (PROA).
De aquí que, cualquier alumno con algún interés en acudir a
las sesiones del programa, deba tener en su mente la idea del trabajo constante que
hay que tener para obtener resultados durante el curso con el Proa como apoyo a las
dudas que les pudieran surgir.
Académicamente se pretende dar el apoyo necesario a quienes, por diversas
razones, tienen dudas en el momento de realizar las tareas diarias con total autonomía
y de forma correcta.
En un terreno más informal pero no por esto menos importante, más allá
de lo que es el estudio en sí, en Proa intentamos generar grupo con todo lo
que esto supone: generar un clima agradable y de complicidad, a la vez que de cohesión,
cooperación, respeto y trabajo.
A partir de ahí, conseguir mejorar el rendimiento de los alumnos disminuyendo
además sus “debilidades” para que dejen de serlo y sepan aprovechar el tiempo.
Muchas veces son simplemente algunas técnicas de estudio las que necesitan
escuchar para materializar su tiempo en actividades y un buen trabajo. Pero otras
veces, las preocupaciones propias de su edad y otras que no lo son tanto, pueden
bloquear en alguna medida sus tareas. En el equipo de Proa queremos que encuentren
una vía de escape y un apoyo del que, muchas veces no querrán saber
nada, pero que en ocasiones les proporciona satisfacción y enriquecimiento
al verse arropados y comprendidos también dentro del ámbito escolar.
Es una tarea complicada, porque los alumnos no dejan nunca de lado su concepción
profesor-alumno, muchas veces deteriorada por el hecho de pensar que de cara a los
compañeros es mejor así.
Cada alumno tiene sus virtudes, aunque a veces no son conscientes de que las tienen
y desarrollan más sus defectos. Hay que abrirles los ojos a tiempo para que
tanto a nivel escolar como personal, consigan desarrollarse satisfactoriamente y
se sientan realizados.
PROA durará por el momento hasta 2011, y a partir de ahí se valorará
si su continuidad es o no necesaria.
Marián San Victoriano
Huertas
Profesora del Proyecto “Proa”
msanvictoriano@e-quercus.es
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