DIRECTAMENTE AL CORAZÓN…
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¿Quién no se ha emocionado
alguna vez al escuchar una canción? ¿Quién no se ha sentido
de una determinada manera y ha acudido a una música para encontrarse un poco
mejor o para sentir compañía? ¿Quién no se ha refugiado
en una melodía y cuando le han preguntado qué le pasa, ha respondido…
”nada”?
Seamos jóvenes, seamos viejos, niños o adolescentes…la música
siempre ha estado y está a nuestro lado. Tal vez por eso, merezca la pena
conocerla un poco mejor.
Durante el curso pasado y los meses que llevamos de este, los alumnos habéis
mostrado en clase canciones que hablan del rencor, la tristeza, la soledad, la rabia…
Letras donde se contaba como una mujer declaraba su amor a otra mujer y su sentimiento
era igual de importante y real que si se lo hubiese declarado a un hombre, canciones
donde se mostraba el rechazo a la violencia machista, el abuso de algunos chicos/as
a otro compañero de clase, la añoranza de un país donde una
persona no puede vivir a pesar de haber nacido allí o la alegría de
estar y reír con los auténticos amigos. Siempre habrá una música
con la que identificarnos, una letra que pone palabras a lo que yo quiero expresar,
un ritmo que me mueva los pies o un conjunto de instrumentos que me dejen, literalmente
alucinado. Y por supuesto… siempre, siempre habrá una pieza musical que me
haga sentir, recordar y añorar al AMOR.
Si hay una emoción a la que la música le ha dedicado la mayor parte
de su historia, esa es el amor. Desde los trovadores que cantaban a sus bellas damas
a finales de la Edad Media, hasta Fondo Flamenco, Don Omar, Orishas, La Quinta Estación
o Violadores del Verso en pleno siglo XXI, han cantado por el cariño, admiración
y deseo hacia otra persona.Todos han dicho con música lo que, tal vez no se
atreven a reconocer con palabras. ¿Eso fue lo que hicieron cada uno de los
alumnos que ofreció su canción para el disco de amor que hemos hecho
entre todos? Pienso que sí, que cada letra y cada melodía tiene un
trocito de vosotros, aquel que no queréis que se descubra pero que necesitáis
gritar lo más alto posible. Tal vez eso sea AMOR.
Una de las parejas de músicos que más han gritado la emoción
que les unió durante toda su vida fueron Robert Schumann y Clara Wieck. Pianistas
y compositores del siglo XIX, que lucharon con toda dificultad para estar juntos,
incluso contra la ley, ya que Clara era menor de edad cuando quiso casarse con Robert
por encima de la desaprobación de su padre. El amor que sintieron el uno por
el otro ha trascendido la historia y a pesar de los más de 100 años
que han pasado, sus obras siguen mostrándonos la misma emoción que
cuando las compusieron para decir, en especial Robert a Clara, cuanto se amaban.
Y tuvimos la gran suerte de comprobarlo el pasado martes 17 de Febrero a través
de un concierto ofrecido por la Orquesta de Castilla y León en el Auditorio
Miguel Delibes de Valladolid, dirigido a varios centenares de alumnos de toda la
comunidad.
La fortuna de tener a un músico que frente a un gran piano de cola, nos fue
tocando cada melodía que la narradora nos contaba que había sido compuesta
por Schumann para su mujer, la suerte de ver en directo una orquesta sinfónica
con todas sus secciones e instrumentos tocando con un tutti la angustia del músico
al verse enfermo y no poder seguir amando a Clara, sentir a más de 20 violines
tocando al mismo tiempo, las notas de la melodía pero también la variación
de su intensidad, sin que nosotros percibiéramos que eran tantos y no solo
uno… todo ello y a pesar de que sea un estilo de música que no nos gusta,
merece la pena y es una oportunidad que no se tiene todos los días. Por eso,
y a pesar del enfado de algunos por no querer ir a la excursión, de la cabezadita
de otros durante el concierto o de reconocer que no había sido el espectáculo
que más os habría gustado, pienso que mereció la pena. Aunque
solo fuera por haber podido tener delante un fagot, una trompa, una viola o los timbales,
haber podido estar en un auditorio como ese o… haber comido el bocadillo todos juntos
y muertos de frio al lado del autobús, definitivamente, mereció la
pena.
Pero ahí no se acabó el día. Luego conocimos la villa de Urueña,
pueblito con una hermosa muralla desde donde ver todo el campo de Castilla, y con
agradables calles y casas reconstruidas. Allí volvimos a tener otras tres
oportunidades que tal vez ninguno de nosotros había tenido antes:
- Visitar un estudio de grabación donde Michel nos explicó todo el
proceso que se sigue hasta grabar una canción para un disco, nos dio la oportunidad
de descubrir ciertos trucos que se consiguen gracias al uso de programas de ordenador
y darnos cuenta de que la guitarra eléctrica que estábamos escuchando,
era en realidad una guitarra acústica, conocer lo que se tarda y lo que cuesta
hacer una disco, etc. Incluso alguno se fue de allí hasta con varios caramelos
en el bolsillo.
- Visitar el Museo de Joaquín Diaz, músico que durante años
ha estado recopilando canciones e instrumentos de la música de nuestra comunidad
para poder mostrarla a todos. Así conocimos las zanfoñas, el rabel,
el caramillo, la ginebra, la gaita, el tamboril, etc.
- Pero la música es totalmente universal y esto lo comprobamos en el segundo
museo que visitamos el de Instrumentos del Mundo de Luis Delgado. La diversidad que
había en sus vitrinas fue espectacular además de contar con una explicación
para nosotros solos de algunos de los instrumentos más extraños y de
las características de cada uno. Aquí caramelos no nos dieron, pero
pudimos tocar directamente y probar el sonido de algunos instrumentos que eran realmente
curiosos.
Como veis, la música no solo nos da la oportunidad de expresar emociones,
sino que además nos ayuda a pasar un rato juntos, a conocer otras culturas
y encontrarnos con la nuestra propia, a aprender cosas de países muy lejanos
e incluso a comprendernos aunque no hablemos la misma lengua. Y es que la música
es universal y atemporal. No importa el lugar, no importa el momento, ni siquiera
el siglo, no importa mis costumbres ni el idioma que hable, no importa si tengo 20,
80 o 16 años… la música siempre será capaz de expresar aquello
que siento, llegando DIRECTAMENTE AL CORAZÓN.
Mª Soledad Alegre
López
Profesora de Música
msalegre@e-quercus.es
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