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RUTAS LITERARIAS ::
- Caminos de Leopoldo Alas por Asturias: Regenta, Ingenio y Narrativa -
Dolores Martín Diego
Profesora de Lengua Castellana
dmartin@e-quercus.es
 
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  VIAJE A ASTURIAS

Del 20 al 26 de febrero de 2007...

Hemos compartido esta actividad con alumnos del IES Oleana de Requena (Valencia), y al final de nuestro viaje hemos sido todos un solo instituto que durante una semana hemos compartido vivencias, aprendizaje, diversión, buenas viandas y hasta lágrimas de despedida.

Durante una semana, nos hemos convertido en los compañeros de viaje de los personajes de Clarín, hemos paseado en Vetusta, por La Encimada, por la catedral... lugares que hicieron de Ana Ozores, de Fermín de Pas y de todos los que allí vivían hace algo más de un siglo, personas atormentadas, llenas de ambiciones, de envidias, de remordimientos... que ahora comprendemos un poco mejor. Hemos paseado por las aldeas que estaban transformándose en aquellos momentos, hemos visto las casas de los indianos, que, después de muchos sacrificios, volvían ricos al paraíso que habían abandonado.

Lo mismo que hacen ahora los que invierten el recorrido y vienen aquí en busca de una vida más digna. Pueblos y ciudades que han experimentado profundas transformaciones de las que hemos sido testigos. Hemos bajado a una mina, luchado contra los moros acompañando a don Pelayo, subido a los primeros ferrocarriles que se construyeron, paseado en barco, e incluso nos hemos sentido como auténticos galardonados con el Premio Príncipe de Asturias en el teatro Campoamor. También nos hemos convertido por un momento en escritores, pintores y hasta cocineros, elaborando un exquisito pan de boroña con el que nos hemos deleitado.

Pero, además, hemos aprendido a convivir con personas desconocidas y hemos adquirido hábitos sociales imprescindibles para la convivencia: la disciplina y el respeto necesarios cuando se comparten espacios y actividades, puntualidad, alimentación saludable, ocio y diversión sanos y educativos, respeto hacia los lugares y el material utilizado a lo largo de la semana (transporte, comedores, material didáctico y deportivo, museos, etc.), y, además, nos hemos encariñado con personas a las que hace unos días ni siquiera conocíamos.

Y, por supuesto, hemos descubierto que los escritores, en este caso Clarín, no son solo personas a las que se “estudia en la clase de Literatura” sino personas como nosotros, de carne y hueso, que tienen sus manías, sus amores, sus lugares y sus preocupaciones, las mismas que podemos tener nosotros en algún momento de nuestra vida
Este viaje nos ha cambiado un poquito, hemos vuelto un poco diferentes a como éramos cuando nos fuimos. Esperamos que experiencias de este tipo nos acompañen a lo largo de nuestra vida como estudiantes y de nuestra vida en general, y nos enseñen a ser personas más preocupadas, más sensibles y más libres. Porque como dice Pablo Neruda

Muere lentamente quien se transforma
en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días el mismo trayecto,
quien no cambia de marca,
no se arriesga a vestir un color nuevo
y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente quien hace
de la televisión su gurú.

Muere lentamente quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre el blanco
y los puntos sobre las “íes”
a un remolino de emociones,
justamente las que rescatan el brillo de los ojos,
las sonrisas de los bostezos,
los corazones de los tropiezos y sentimientos malos.

Muere lentamente quien no voltea la mesa
cuando está infeliz en el trabajo,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez
en la vida, huir de los consejos sensatos.

  Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee, quien no oye música,
quien no encuentra gracia en si mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente quien pasa los días quejándose
de su mala suerte o de la lluvia incesante.

Muere lentamente, quien abandona un proyecto
antes de iniciarlo,
no preguntando de un asunto que desconoce
o no respondiendo cuando le indagan
de algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas,
recordando siempre que estar vivo exige
un esfuerzo mucho mayor
que el simple hecho de respirar.

Solamente la ardiente paciencia
hará que conquistemos una espléndida felicidad.
 
         
    Leopoldo Alas "Clarín". Datos extraídos de: Ricardo Gullón (dir.), Diccionario de Literatura española e hispanoamericana, Madrid, Alianza, 1993, pp. 22-25.    
         

 
 
   

Departamento de Lengua Castellana y Literatura