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Nace en París el 9 de
abril de 1821. Su padre, Joseph François, era un sacerdote que había
colgado los hábitos. Hombre de amplia cultura, fue luego preceptor, profesor
de dibujo, pintor y jefe del Despacho de la Cámara de los Pares. Fue quien
le enseñó las primeras letras. Cuando nació Baudelaire tenía
más de sesenta años y otro hijo de su primer matrimonio llamado Claude
Alphonse.
Su madre, Caroline Archimbaut-Dufays, no había cumplido los treinta años
al nacer el poeta. Hija de emigrados franceses a Londres durante la revolución
del 93, enseñó inglés a su hijo.
Es criado por Mariette, sirvienta de la familia, a la que evoca en el poema "A
la sirvienta de gran corazón que te daba celos" de su conocido poemario
Las flores del mal.
El poeta tiene 6 años cuando su padre muere en 1827 dejando una discreta herencia.
Su viuda se cambia de domicilio y a los veinte meses de enviudar, contrae matrimonio
con el comandante Jacques Aupick, vecino suyo, de cuarenta años, un oficial
que llegará a ser general comandante de la plaza fuerte de París.
Este nuevo matrimonio de su madre producirá un profundo impacto emocional
en Baudelaire, que lo vivió como un abandono, manifestando siempre aversión
por este padrastro con el que nunca llegará a tener buenas relaciones.
En 1830 con las jornadas revolucionarias Aupick es ascendido a teniente coronel por
su participación en la campaña de Argelia, y dos años después
nombrado jefe de Estado Mayor y se traslada con su familia a Lyon, donde vivirá
cuatro años.
Se forma un consejo de familia para decidir sobre el futuro del niño, que
inicia sus estudios en el Colegio Real de Lyon, de cuyo ambiente no guardará
buen recuerdo: se aburre y escapa soñando de su en cierro, dando rienda suelta
a su imaginación.
En 1836 Aupick asciende a general de Estado Mayor, volviendo con su familia a París,
donde el niño es internado en el Colegio Louis-le-Grand. Su madre se va volviendo
cada vez más rígida y puritana, haciéndose a la personalidad
de Aupick.
Durante dos años y medio permanece en el Colegio Louis-le-Grand. Allí
lee a Sainte-Bauve, a Chenier y a Musset, a quien criticará mucho más
tarde. Es expulsado del colegio por una falta cuyo carácter se desconoce.
En agosto obtiene el título de Bachiller superior.
En 1840, con 19 años, se matricula en la Facultad de Derecho, comienza a frecuentar
a la juventud literaria del Barrio Latino y entabla sus primeras amistades literarias
con Gustave Le Vavasseur y Ernest Prarond. También conoce a Gérard
de Nerval, de Sainte-Beuve, de Théodore de Banville y a Balzac y empieza a
publicar en los periódicos en colaboración y anónimamente. Intima
con Louis Menard, dedicado a la vivisección de animales y a la taxidermia.
Comienza también a llevar una vida disipada, caracterizada por sus continuos
choques con el ambiente familiar y por su inclinación hacía las drogas
y el ambiente bohemio. Empieza a frecuentar los prostíbulos. Mantiene una
extraña relación con una prostituta judía del Barrio Latino
llamada Sarah, a la que denomina Louchette por su bizquera, y que probablemente contagió
su sífilis al poeta. Aparece en el poema "Una noche que estaba junto
a una horrible judía" de Las flores del mal.
Sus calaveradas horrorizan a su familia burguesa, especialmente al probo militar
que es Aupick. A pesar de que su padrastro le apoya, rechaza entrar en la carrera
diplomática. No quiere ser sino escritor. La conducta desordenada del joven
mueve a sus padres a distanciarle de los ambientes bohemios de París. Le envían
a Burdeos para que embarque en el paquebote Mares del Sur, al mando del comandante
Sauer, en una travesía que había de llevarle a Calcuta y durar dieciocho
meses. Viaja con comerciantes y oficiales. El joven Baudelaire adopta actitudes provocativas
e impertinentes; se siente aislado y sólo habla para expresar su deseo de
regresar a París. El barco ha de afrontar una violentísima tempestad.
Estancia en la isla Mauricio, al este de Madagascar, donde conoce a una señora
casada para quien escribe "A una dama criolla". Asustado el comandante
del barco por el efecto psicológico negativo que el viaje produce en el poeta,
consiente en hacerle regresar a Francia desde la isla Reunión en otro barco,
L´Alcide. Escribe "El albatros". El viaje dura desde finales
de marzo de 1841 hasta febrero de 1842.
Para alejarlo de este ambiente y librarse de este joven conflictivo, su familia lo
envían a Calcuta, pero Baudelaire, nostálgico y enfermo se detiene
en la Isla Mauricio y regresa a Francia. Un consejo de familia, bajo la presión
del general Aupick, lo envía a las Indias, en 1841, a bordo de un navío
mercante. Pero Charles Baudelaire no quiere probar la aventura en el confín
del mundo. No desea más que la gloria literaria. Durante una escala en la
Isla de la Reunión, no acude a presencia del capitán
En 1842, nuevamente en París, entabla amistad con Thèophile Gautier
y Thèodor de Banville. Alcanza la mayoría de edad, percibe la herencia
paterna de 75.000 francos y se independiza. Abandona el piso familiar, instalándose
en un pequeño apartamento.
Reanuda su vida bohemia y ejerce de dandy. Vuelve al ambiente de los bajos mundos.
Las mujeres que llenan este periodo de su vida son pequeñas aventureras y
prostitutas, como Jeanne Duval, una actriz mulata que representa un papel muy secundario
en un vodevil del Teatro Partenón a quien conoce en 1843. A pesar de la vulgaridad,
de frecuentes desavenencias y de las infidelidades de la mulata, Baudelaire vuelve
siempre a ella y durante toda su vida estaría ligado a este insignificante
mujer. Desempeñará un papel fundamental en la vida del poeta. sus mejores
poemas son paradójicamente el fruto de estos oscuros amores, que aparece en
los poemas "Perfume exótico", "La cabellera",
"Te adoro igual que a la bóveda nocturna", "Meterías
al universo entero en tu callejuela", "Sed non satiata",
"Con sus ropas ondulantes y nacaradas", "La serpiente que
danza", "El vampiro", "Remordimiento póstumo",
"El gato", "Duellum", "El balcón",
"Un fantasma", "Te doy estos versos para que si mi nombre"
y "Canción de primeras horas de la tarde". Probablemente
inspira también al poeta los poemas "El bello navío",
"La invitación al viaje" y "La Beatriz".
Económicamente va de fracaso en fracaso, dilapidando la fortuna heredada de
su padre. Baudelaire es brillante, de conversación sorprendente, pero su gran
imaginación lo convierte en mitómano; su viaje a la India, sus amores
inauditos, su vicio y perversidad, su homosexualismo, sus proyectos editoriales,
forman parte de su vida.
Dilapida la herencia y contrae numerosas deudas, por lo que su madre y el general
Aupick obtienen en 1844 de los tribunales que sea inhabilitado y sometido a un consejo
judicial. Su dinero pasa a ser administrado por su padrastro. Se le entrega una cantidad
trimestral de seiscientos francos.
Para eludir el control financiero publica anónimamente artículos en
la prensa. En colaboración con Prarond escribe un drama en verso, Ideolus,
que deja sin acabar. Baudelaire, privado de recursos y humillado, no se repondrá.
Se ve obligado a rehuir a sus acreedores, mudándose, escondiéndose
en casa de sus amantes, trabajando sin descanso sus poemas intentando mientras tanto
ganarse la vida publicando.
Baudelaire escribió sus primeros poemas a la vuelta de su viaje del Caribe
aunque en un principio se dedicó sobre todo a la critica artística.
Fruto de esto fue la publicación en 1846 de algunos de sus ensayos, llenos
de sensibilidad y de penetración, bajo el titulo de "Los Salones".
En ella loa a su amigo Delacroix, entonces aún muy discutido, critica a los
pintores oficiales, y analiza las obras de otros artistas contemporáneos suyos
como una serie sobre caricaturistas franceses, en los que defiende con pasión
a Honoré Daumier. También se interesa por le pintor impresionista Edouard
Manet y por la música de Wagner, de quien fue el primer introductor en Francia.
Le escribió una carta expresándole su admiración, tras haber
asistido a tres conciertos, además de un ensayo.
Publica sonetos, uno de ellos, "A una dama criolla", con su verdadero
nombre, así como un artículo sobre Balzac.
Publica en Le Corsaire-Satan un conjunto de aforismos y en L´Espirit Public,
Consejos a los jóvenes literatos. Fustiga a los autores moralistas y moralizantes.
Aparece su novela corta "La fanfarlo", donde el poeta, tras el personaje
de Samuel Cramer, se retrata como un dandy.
En 1845, histérico, ensaya el suicidio en un cabaret ante un grupo de amigos,
donde se hace un corte con un puñal. Su padrastro, por miedo al escándalo,
le paga sus deudas y le lleva a vivir con él y con su madre en la elegante
plaza Vendôme. Pero pronto volverá a vivir solo.
Descubre la obra de Edgar Poe, que muere poco después y a quien no pudo conocer,
a pesar de considerarle su alma gemela. Poe se le asemeja, y, durante diecisiete
años, va a traducirla y revelarla. Así comienza a ganarse el reconocimiento
de la crítica.
Conoce a Marie Daubrun, muchacha bonita y honesta, actriz del Teatro de la Gaîte,
que sostiene con su trabajo a su familia. El poeta sentirá por ella un amor
platónico o una amistad idílica. Le dedicará el poema "Canto
de otoño".
Asiduo a círculos literarios y artísticos, uno de ellos en casa de
Aglae Sabatier, llamada la Presidenta, amante de un banquero, por la que el poeta
experimentará un amor ideal y platónico. A ella dedicará posteriormente
los poemas "A la que es demasiado alegre", "Reversibilidad",
"El alba espiritual" y "Confesión". Visita
muy a menudo el salón de la viuda Marie Sabatier y conoce a Musset, Flaubert
y Gautier, entre otros artistas. Un breve idilio con una mujer interesante, Madame
Sabatier, amante de un amigo del poeta que reunía en su casa a un grupo de
escritores y artistas, lo quiebra rápidamente. Cuando Madame Sabatier accede
a las pretensiones amorosas del poeta, éste la rechaza, pero sigue manteniendo
con ella una entrañable amistad.
Durante la revolución de 1848 Baudelaire es visto en las barricadas y tratando
de agitar al pueblo para que fusilen a su padrastro. Publica en Le Salut Publique,
periódico de tendencia socialista, y se afilia a la Sociedad Republicana Central,
fundada por Blanqui. Durante la revolución hace amistad con el pintor Courbet,
que pintará un retrato del poeta, y con Poulet-Malassis, también que
participó activamente en la insurrección e influirá en su vida,
será el editor de Las Flores del Mal, por lo que resultará multado.
Cuando en 1851 Luis Napoleón da un golpe de estado y asume todos los poderes,
lo que indigna a Baudelaire, quizá porque nombre a su padrastro embajador
en Madrid.
Aunque escribió sus poemas con 23 años, Las Flores del Mal, título
que el editor le impusieron en lugar de Los limbos, que era el original, se publicaron
en junio de 1857. Cuanto escribió hasta su muerte no sobrepaso este trabajo,
son solo un complemento a su obra. Inmediatamente después el gobierno francés
acusa al poeta de ofender la moral pública y juzgadas obscenas. El poeta fue
procesado en medio del escándalo general. Aun cuando Baudelaire obtuvo el
apoyo de sus colegas, seis de sus poemas fueron eliminados de las ediciones siguientes.
La edición es confiscada por mandato judicial. Parece que el escándalo
se inició desde el periódico conservador Le Figaro. En agosto, proceso
de Baudelaire y de sus dos editores, que son condenados a sendas multas por ultraje
a la moral pública y a las buenas costumbres. Se ordena la supresión
de seis poemas ("Las joyas", "El leteo", "A
la que es demasiado alegre", "Lesbos", "Mujeres
condenadas", Delfina e Hipólita" y "Las metamorfosis
del vampiro"). Baudelaire debe pagar una fuerte multa. Sólo Hugo
(que le escribirá "Usted ama lo Bello. Deme la mano. Y en cuanto a
las persecuciones, son grandezas. ¡Coraje!"), Sainte-Beuve, Teófilo
Gautier y jóvenes poetas admirados le apoyan.
A pesar de condenarle por obscenidad y blasfemia, en 1859 y 1860 el Ministerio de
Instrucción Pública le concede por dos veces sedas ayudas de trescientos
francos. Pero ante el público quedará identificado, aun mucho después
de su muerte, con la depravación y el vicio. Amargado, incomprendido, Baudelaire
se aísla aún más. En su soledad donde él se ha encerrado,
dos luces: los escritos admirados de dos escritores todavía desconocidos,
Stéphane Mallarmé y Paul Verlaine. Escribe un ensayo sobre Madame Bovary,
de Flaubert, que también ha sido juzgado por inmoral.
Empieza la época de sus enfermedades que durará hasta su muerte. Sufre
trastornos nerviosos y dolores musculares. Se ahoga, sufre crisis gástricas
y una sífilis contraída diez años antes reaparece. Para combatir
el dolor, fuma opio, toma éter. Sufre el primer ataque cerebral. Físicamente,
es una ruina. Recurre a cápsulas de éter para combatir el asma y al
opio para los fuertes cólicos. Ante su precaria salud, pasa cortas estancias
en Honfleur con su madre y en Alençon con su amigo y escritor Poulet-Malassis.
Su próximo trabajo "Paraísos artificiales", escrito
en 1860, es un relato de las experiencias personales del poeta con drogas como el
opio. Da a conocer Encantos y torturas de un fumador de opio, sobre Thomas de Quincey,
segunda parte de Los paraísos artificiales.
En 1961 presenta su candidatura a la Academia Francesa. Desea rehabilitarse y obtener
un salvoconducto de dignidad profesional y solvencia. Busca el reconocimiento oficial
de su labor, más allá del círculo de los cafés literarios
que empiezan a agobiarle. Fracasa en su postulación por la oposición
y los consejos de los académicos.
Nervioso, enfermizo, arruinado y desconocido, unido siempre a su mulata alcoholizada
y luego parapléjica, Baudelaire arrastra una vida de fracasado.
En 1864 viaja a Bélgica, donde vivirá durante dos años en Bruselas.
Allí trata de ganarse su vida dictado conferencias sobre arte, que son un
fracaso y se unen a las anteriores. En la primavera decide ir a Bélgica, donde
se encuentra su editor, a dar conferencias en los círculos intelectuales de
diversas ciudades y a. Sólo llega a dar tres conferencias sobre Delacroix,
Gautier y Los paraísos artificiales, con asistencia muy escasa de público.
Intentar una edición de su obra completa pero fracasa y se venga de la falta
de acogida escribiendo un panfleto titulado ¡Pobre Bélgica!
En 1865 Mallarmé y Verlaine elogian Las flores del mal, pero Baudelaire desconfía
de estos jóvenes poetas. Y no le faltaba razón porque, por el contrario,
Los Pequeños Poemas en Prosa nunca supieron valorarlos.
En su correspondencia expresa su deseo de recurrir al suicidio. Pese a una nueva
subvención estatal, su economía es muy precaria. Miserable y con sífilis,
su existencia es una gran ruina. Su salud está ya completamente minada y en
1866 sufre un ataque de parálisis general que lo deja casi mudo. Su madre
viaja a Bruselas y de regreso a París interna a su hijo moribundo en un hospital.
La enfermedad se agrava rápidamente, y su vida no es ya más que una
lenta agonía que se prolonga durante un año. Para ayudarle a sobrellevar
el dolor, sus amigos acuden junto a su lecho a interpretarle Wagner. Paralizado,
mudo y medio imbécil, sobrevive varios meses hasta que el 31 de agosto de
1867 muere tristemente a los 46 años, en brazos de su madre en el mismo hospital
en el que estaba ingresado.
Fue enterrado en el cementerio de Montparnase, junto a la tumba de su padrastro,
a quien siempre odió.
Póstumamente, en 1868, se publicaron sus "Pequeños poemas en
prosa". |