El 'rap' acude a las urnas
en Francia
Una candidatura radical impulsada
por un famoso grupo sorprende en los sondeos de las elecciones municipales
OCTAVI MARTÍ | París
No tienen programa, pero se presentan a las elecciones. Son de izquierdas, pero no
se reconocen en ninguno de los partidos existentes. Les interesa la política,
pero no la de los políticos. Saben que son muchos los que están en
contra de lo mismo, pero no saben cuántos son los que están a favor
ni de qué.
En Toulouse, Salah Amokrane encabeza una lista bautizada como Motivés (Motivados),
que se presenta el próximo 8 de marzo a la primera vuelta de las elecciones
municipales en Francia. Pretende canalizar el potencial de protesta y de acción
que se manifestó 'durante el invierno de la cólera', en 1995, cuando
millones de franceses paralizaron el país durante un mes, hasta que el Gobierno
retrocedió.
'No tenemos programa porque lo que queríamos era animar el debate, no impartir
consignas', explica Elisabeth Heysh, la número dos en la lista de Motivés.
A partir del próximo 4 de febrero, esa ausencia de doctrina debiera quedar
resuelta. 'Haremos una síntesis de todas las propuestas recogidas en las distintas
ciudades a partir de la dinámica creada por Motivés', resume Magyd
Cherfi, cantante y uno de los candidatos.
El punto de partida de un movimiento al que las encuestas conceden más de
un 12% en intención de voto en Toulouse -pero que también ha crecido
en Saint-Étienne, Estrasburgo, Chartres, Burdeos, Aviñón, Mantes-la-Jolie,
Bretigny, Dreux o Bondy- es el grupo de música rap Zebda, uno de los
más populares de Francia, el primero que utilizó en una de sus composiciones
las palabras y la voz de Chirac para ridiculizarlas poniendo en evidencia su contenido
racista.
Han vendido miles de discos y algunos de sus miembros,
agrupados en la asociación Tactikollectif, organizan recitales multitudinarios
en los que tocan la canción Motivés, que no es otra que el himno
de los partisanos escrito en 1943 por Joseph Kessel. Esa melodía de los resistentes
es hoy también la que más se oye en las manifestaciones de la izquierda
francesa, preferentemente cuando quienes desfilan son jóvenes.
La música, la vida cotidiana, la vida social en las barriadas, los problemas
de los jóvenes y, sobre todo, el derecho a la utopía concreta es lo
que agrupa a guitarristas, cantantes, bailarines, humoristas, actores, futbolistas
o asistentes sociales, que de todo eso hay en las listas de Motivés. Dicen
algunos que son herederos del célebre cómico ya fallecido Coluche -impulsor
de diversas iniciativas de apoyo a los desfavorecidos-, pero ellos prefieren la actualidad
a buscarse predecesores. Durante el proceso contra el popular activista antiglobalización
José Bové por su ataque a un restaurante McDonald's, los Zebda tocaron
gratuitamente ante 100.000 personas. Los discos editados por Tactikollectif obtienen
grandes éxitos de ventas y ponen al día viejas canciones: El paso
del Ebro, Le temps de cerises, Bella Ciao, Bandiera rossa, L'estaca...
Los apellidos de los músicos resumen el mundo de los Motivés: Bombaglia,
Sandoval, Amokrane, Amestoy, Krivine, Sánchez, Dutheil, Mouillerac. Los franceses
de pura cepa aparecen mezclados con los hijos o los nietos de las distintas inmigraciones:
polacas, judías, argelinas, españolas, italianas. Cada uno aporta su
tradición, sus recuerdos particulares para fabricar con ellos un pasado en
el que todos se puedan reconocer.
Tradicionalmente, antes de cada elección aparece un grupo que intenta capitalizar
los votos de la gente desilusionada por la izquierda. 'Pero nosotros no somos de
extrema izquierda, sino de toda la izquierda', matiza el músico Salah Amokrane.
Y no sólo eso, pues esta vez tampoco se pretende que los votos de los Motivés
vayan a parar luego a las urnas de la izquierda tradicional. De la misma manera que
Tactikollectif les permite recaudar dinero sin pasar ni por la casa de discos ni
tener que pedir subvenciones a organismos institucionales que luego siempre se las
cobran, los sufragios de los Motivés amenazan con escapar a los socialistas.
Toulouse es una ciudad emblemática del movimiento por varias razones: porque
Zebda es de allí; porque la ciudad -la cuarta de Francia- tiene una población
muy joven, un 25% de la cual estudia; porque el actual alcalde -Dominique Baudis,
un centrista que heredó el bastón de mando de su padre hace 18 años-
se retira y la transición es difícil tanto para la derecha como para
la izquierda. 'Además, aunque las cifras de paro retroceden, sigue habiendo
dos millones de parados y otros muchos millones mal pagados, explotados, que viven
en agujeros indignos. Hay que tener los pies en el suelo y, en el corazón,
un puño levantado', escriben en sus panfletos.
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De momento, mientras esperan tener un programa,
repiten que 'hay una sola táctica: la colectiva'.
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